Producción orgánica de ajo, cebolla y otros alliums

Cebollas

Foto: Carl Tronders

Por Martin Guerena, Especialista en Agricultura de NCAT

Resumen

En esta publicación se presentan diferentes tipos de alliums culinarios adecuados para la producción ecológica. Cubre brevemente las consideraciones de producción, cosecha y almacenamiento. También se analizan los principios del Manejo Integrado de Plagas para los alliums, incluido el control de malezas, insectos y ácaros problemáticos, y varias enfermedades relacionadas con alliums.

Contenido

Introducción
Producción Orgánica
Fertilidad del suelo
Plantar
Riego
Cosecha y almacenamiento
Manejo Integrado de Plagas
Resumen
Referencias
Más recursos

Introducción

El ajo y la cebolla son monocotiledóneas bienales (con una vida útil de dos años) de la familia Liliaceae y del género Allium. Por lo general, se cultivan como anuales y son cultivos de estación fría que requieren temperaturas de al menos 55 grados Fahrenheit para emerger de la semilla. Las tasas óptimas de crecimiento de las hojas ocurren a temperaturas de 68 grados Fahrenheit a 77 grados Fahrenheit (Adam, 2006). Los alliums incluyen varias especies bulbosas y no bulbosas y se utilizan tanto con fines culinarios como ornamentales. Esta publicación se centra en el allium culinario, como el ajo y la cebolla.

Las cebollas, Allium cepa, se clasifican como secas (bulbo) o verdes. Las variedades de cebolla de bulbo generalmente se clasifican por la duración del día (corto, intermedio, largo), el uso en el mercado (bulbo fresco, bulbo deshidratador o tipo de almacenamiento) y el color del bulbo dentro de la clase de mercado fresco. Los tipos de cebolla dulce se comercializan con mayor frecuencia como bulbos frescos. En general, las cebollas de día corto son adecuadas para la parte sur del país; Las cebollas de día largo son ideales para las regiones productoras de cebollas del norte. Las variedades de cebolla de día intermedio son más adaptables a California y al centro de los Estados Unidos, ya que requieren de 12 a 14 horas de luz solar antes de comenzar el proceso de formación del bulbo. Las regiones extremas del norte y del sur del país (por ejemplo, Maine, Texas, Florida) pueden tener dificultades con la producción de cebolla de día intermedio. Con suficientes horas de luz, normalmente producirán bombillas de buen tamaño.

Las cebollas verdes se cosechan mientras la parte superior aún está verde y, por lo general, antes de que se haya formado el bulbo. Pueden producirse a partir de variedades de cebolla blanca inmaduras y densamente plantadas de Allium cepa y de Allium fistulosum (comúnmente conocidas como tipos de racimo japoneses). Existen algunos mercados para cebollas verdes con bulbos pequeños.

Las chalotas, Allium cepa ‘aggregatum’, tienen un delicado sabor a cebolla con un toque de ajo. Se propagan por dientes como el ajo o por semillas como las cebollas. Las chalotas producen un racimo de bulbos pequeños y puntiagudos a partir de un solo bulbo plantado. Las bombillas pueden ser de diferentes colores: rojas, amarillas o grises.

Los puerros, Allium ampeloprasum , requieren un clima fresco a moderado y una temporada de crecimiento de 80 a 100 días (Lang, 2023). Son más populares en Europa que en América, pero su sabor dulce con un sutil sabor a cebolla y texturas suaves y sedosas cuando se cocinan los convierten en los favoritos de chefs y restaurantes.

Ajo: no es el típico Allium

El ajo es un Allium, pero tiene diferentes requisitos de crecimiento y plantación que los alliums típicos. El ajo se inicia en el otoño porque requiere un período frío para formar bulbos. Se propaga a través de los clavos, que a mediados del verano forman el bulbo clásico con el que la gente está familiarizada. Por lo general, el ajo no se propaga por semilla.

El ajo se puede dividir en dos tipos: cuello duro y cuello blando. El cuello se refiere al tallo, o pedículo, de la flor.

El ajo de cuello duro, Allium ophioscorodon, produce tallos florales alargados, a menudo denominados escapos, y bulbos en forma de flor (bulbo pequeño) en la parte superior del tallo. Generalmente, las variedades de ajo de cuello duro tienen de cuatro a 12 dientes que envuelven el tallo. Debido a la dureza del cuello del tallo, son difíciles de trenzar, pueden brotar raíces y secarse a los pocos meses de la cosecha.

El ajo de cuello blando, Allium sativum, no produce bulbillos excepto en momentos de estrés. Estas variedades se utilizan en la producción comercial, ya que rinden mejor, se pueden trenzar y se pueden almacenar por más tiempo (de seis a ocho meses) que las variedades de cuello duro. Las cabezas tienen de 10 a 40 dientes que están dispuestos en capas.

El ajo elefante, Allium ampeloprasum, no se considera “ajo verdadero,” sino que está más relacionado con el puerro. El ajo elefante produce un bulbo muy grande de dientes con un sabor suave a ajo. Por lo general, se cultiva de la misma manera que el ajo de cuello duro, excepto que estos bulbos grandes se plantan más separados. Se cultiva con mayor frecuencia para consumidores que desean un ajo más suave o que necesitan dientes más grandes.

Producción Orgánica

La producción orgánica de cultivos de ajo y cebolla, o de cualquier producto agrícola, depende de técnicas de manejo que repongan y mantengan la fertilidad del suelo a largo plazo mediante la optimización de la actividad biológica del suelo. Esto se logra a través de la rotación de cultivos, cultivos de cobertura, compostaje y el uso de fertilizantes orgánicos que alimentan el suelo mientras proporcionan nutrientes a las plantas. Además de producir cultivos de alta calidad, un suelo sano y bien equilibrado puede ayudar a las plantas a desarrollar una resistencia natural a las plagas y enfermedades de los insectos. Cuando se necesitan controles de plagas, los agricultores orgánicos manejan insectos, enfermedades, malezas y otras plagas con controles culturales, mecánicos, biológicos y, como último recurso, biorracionales y químicos que son aceptables según las normas orgánicas nacionales.

Aunque cualquiera puede cultivar orgánicamente, si planea etiquetar y comercializar sus productos como orgánicos, deberá estar certificado por un certificador acreditado por el USDA. Para obtener más información sobre la producción orgánica y la certificación, visite el área temática de Agricultura Orgánica de ATTRA.

Fertilidad del suelo

Los miembros del género Allium (ajo y cebolla) crecen en casi cualquier tipo de suelo con buen drenaje que sea friable (se desmorona fácilmente en la mano), preferiblemente con un alto contenido de materia orgánica. El alto contenido de materia orgánica ayuda a la retención de agua en el suelo, así como al drenaje. Estos son factores importantes para cultivos como los alliums que tienen raíces poco profundas. Si es posible, comience la preparación del suelo el año antes de plantar. Tome muestras de suelo para determinar el pH y los nutrientes necesarios. Es mejor crear un suelo saludable la temporada anterior utilizando cultivos de cobertura y compost antes de plantar ajo y cebolla. Consulte los recursos sobre fertilización y compost disponibles en la sección Suelo del sitio web de ATTRA.

Puede ser necesario nitrógeno adicional, añadido por medio de fertilizantes orgánicos. Aplique nitrógeno después de plantar o antes de trasplantar si usa un fertilizante de liberación lenta, como peces o abono. No aplique nitrógeno cuando los bulbos comiencen a agrandarse, ya que esto fomentará el crecimiento excesivo de las hojas y reducirá el tamaño del bulbo. Los alliums se pueden fertilizar en el otoño y luego en la primavera a través del sistema de riego o aplicar material seco al lecho lateralmente. Algunos agricultores rocían las hojas con fertilizantes líquidos para peces o algas marinas varias veces en la primavera. Si complementa los nutrientes de esa manera, hágalo antes de la cuarta o quinta hoja y use un adyuvante adhesivo esparcidor que esté permitido en la producción orgánica para que la solución se retenga en las hojas cerosas.

Plantar

Puede plantar alliums por semilla, trasplantes, clavo o juegos de bulbos, según el tipo que desee cultivar. Obtenga material de propagación de fuentes confiables que se especialicen en semillas o trasplantes, especialmente si siembra ajo o chalotes, porque le proporcionarán material adecuado para su región. Si usa dientes de ajo de supermercado, por ejemplo, es probable que sean de otra región y podrían rociarse con inhibidor de brotes.

Plante el ajo en otoño, ya que requiere un período frío para que el bulbo se divida en dientes. Otros alliums se pueden plantar con trasplantes en la primavera.

Las camas elevadas son deseables porque mejoran el drenaje y evitan la compactación. La distancia entre las filas puede ser de 16 a 24 pulgadas para cebollas, puerros o chalotas y de 18 a 30 pulgadas para el ajo. La distancia entre las plantas varía según la clase y la variedad, pero generalmente es de 3 a 6 pulgadas.

El mantillo se utiliza con frecuencia en la producción de ajo orgánico. Ayuda a mejorar la supervivencia en invierno, suprime las malas hierbas, conserva la humedad del suelo y previene la erosión del suelo. También puede aumentar los rendimientos al mantener el suelo más fresco durante los veranos cálidos.

Las cebollas que hibernan son un método para plantar bulbos de cebolla en el otoño y permitir que crezcan lentamente durante los meses de invierno. Esta técnica puede tener varios beneficios, incluida la reducción de la mano de obra y la mejora de la calidad de la cebolla. Cuando los bulbos de cebolla se plantan en el otoño, tienen una temporada de crecimiento más larga y más tiempo para desarrollar raíces profundas y follaje fuerte. Esto les permite almacenar más nutrientes y agua, lo que puede dar lugar a bulbos más grandes y a una mejor calidad general. Además, las cebollas plantadas en otoño requieren menos mano de obra que los métodos tradicionales de siembra de primavera. Debido a que las cebollas se plantan en el otoño, no es necesario labrar el suelo en la primavera ni preparar los semilleros. Esto puede ahorrar tiempo y reducir los costos de mano de obra para los productores. Las cebollas que hibernan también tienen un riesgo reducido de ciertas plagas y enfermedades, como gusanos de cebolla y trips, que pueden ser más frecuentes durante los cálidos meses de verano. Las temperaturas invernales más frías también pueden ayudar a ralentizar el crecimiento de malezas, lo que puede reducir la necesidad de control de malezas.

Sin embargo, también existen algunos inconvenientes potenciales para las cebollas que hibernan. Los meses de invierno pueden ser duros, y si las cebollas no se plantan correctamente o no se protegen del frío extremo, es posible que no sobrevivan. Además, las cebollas que hibernan requieren una temporada de crecimiento más larga, lo que puede retrasar la cosecha y requerir más espacio de almacenamiento para los bulbos maduros.

En general, las cebollas durante el invierno pueden ser una forma eficaz de mejorar la calidad de la cebolla y reducir los costos de mano de obra para los productores. Sin embargo, es importante considerar cuidadosamente el clima, las condiciones del suelo y los riesgos potenciales antes de decidirse a utilizar este método de plantación.

Riego

Los Alliums necesitan un suministro continuo de humedad cuando crecen activamente. Se necesita una pulgada de lluvia por semana o el equivalente en riego (Extensión de la Universidad de Massachusetts, 2012). El riego por goteo ahorra agua y fertilizantes y reduce las malas hierbas y las enfermedades. Deje de regar durante al menos una o dos semanas antes de cosechar.

Cosecha y almacenamiento

La cosecha y el almacenamiento de alliums requiere consideraciones especiales para garantizar la calidad durante un período prolongado. Estos son algunos consejos a tener en cuenta:

  • Cosecha: Los alliums están listos para la cosecha cuando las hojas comienzan a amarillear y marchitarse. Saca con cuidado los bulbos del suelo y colócalos en un lugar seco y soleado para que se curen durante unos días. Esto permite que las capas exteriores se sequen y endurezcan, lo que ayuda a proteger los bulbos durante el almacenamiento.
  • Limpieza: Después del curado, elimine la suciedad suelta o los residuos de las bombillas. Tenga cuidado de no magullar o dañar los bulbos, ya que esto puede provocar que se estropeen durante el almacenamiento.
  • Ordenación: Clasifica las bombillas por tamaño y calidad. Los bulbos grandes y firmes con pieles apretadas almacenarán mejor, mientras que los bulbos más pequeños o dañados deben usarse primero.
  • Almacenamiento: Los alliums deben almacenarse en un lugar fresco, seco y bien ventilado para evitar que broten o se pudran. Evite guardarlos en bolsas o recipientes de plástico, ya que esto puede atrapar la humedad y promover el deterioro. En su lugar, use bolsas de malla, canastas o cajas de cartón que permitan la circulación del aire.
  • Temperatura: Los alliums deben almacenarse a una temperatura entre 32 y 40°F, con una humedad relativa del 60 a 70% (Newenhouse, 2011). Evite almacenarlos cerca de frutas o verduras que produzcan gas etileno, ya que esto puede hacer que los alliums broten o se echen a perder prematuramente.

Siguiendo estas pautas, puede cosechar y almacenar con éxito alliums durante varios meses, asegurando la calidad de su cultivo.

Manejo Integrado de Plagas

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es un enfoque ecológico amplio para el manejo de plagas que utiliza una variedad de técnicas de control de plagas que se dirigen a todo el complejo de plagas de un ecosistema de cultivo. El manejo integrado de plagas garantiza una producción agrícola de alta calidad de manera sostenible, ambientalmente segura y económicamente sólida.

El MIP se basa en los siguientes componentes: identificación de plagas, monitoreo, controles mecánicos y físicos, controles culturales, controles biológicos y controles químicos. Para obtener una descripción detallada de los conceptos de manejo integrado de plagas, consulte los recursos en el área temática de
Manejo de plagas
de ATTRA.

Maleza

El control de malezas es el mayor desafío en la producción de alliums. La forma y el crecimiento de estos cultivos los hacen susceptibles de ser dominados por malezas, afectando los rendimientos y la calidad. Las hojas estrechas y verticales de los cultivos de allium no compiten bien con las malas hierbas, y su larga temporada de crecimiento permite generaciones sucesivas de malas hierbas. El deshierbe entre cultivos sacrifica muchas plantas, lo que reduce los rendimientos. Los agricultores deben abordar este problema antes de plantar para evitar el alto costo asociado con el deshierbe. En la producción convencional, los agricultores dependen de herbicidas para controlar estas malas hierbas, pero en la producción ecológica deben utilizar otras técnicas.

La técnica de semillero rancio reduce el banco de semillas en el suelo al permitir que las semillas de malezas germinen y emerjan antes de que se siembre el cultivo de allium. Una vez que aparecen las malas hierbas, se eliminan fácilmente mediante un cultivo ligero, lo que minimiza la alteración del suelo. Este ciclo se puede repetir varias veces antes de plantar el cultivo. La reducción temprana de la cantidad de plántulas de malezas mediante este método reduce la frecuencia de deshierbe una vez que se establece el cultivo.

La rotación de cultivos con cultivos de cobertura puede proporcionar una variedad de beneficios para los cultivos, especialmente si el cultivo de cobertura se corta en el otoño, antes de plantar ajo o cebolla. Si los cultivos de cobertura se establecen rápidamente, se suprimirán muchas malezas. Una alta tasa de siembra del cultivo de cobertura es un factor importante para cubrir el suelo y suprimir las malas hierbas. Los cultivos de cobertura vigorosos que proporcionan una cobertura completa del suelo en los primeros 30 días son muy competitivos y limitan el crecimiento de malezas. Entre las especies competitivas se encuentran los cereales, el centeno y las mostazas. Evite los cultivos de cobertura de invierno de crecimiento lento que incluyen leguminosas y mezclas de leguminosas y cereales.

La ocultación es un método de control de malezas que consiste en cubrir el suelo con una lámina de lona negra opaca durante cuatro a ocho semanas antes de plantar. Tener tierra húmeda debajo del plástico, combinada con el calor generado por la superficie negra no transparente, crea las condiciones para la germinación de las semillas de malezas, que luego se ven obstaculizadas en su desarrollo por la ausencia de luz. Una vez que las plántulas gastan sus reservas de energía en busca de luz, se marchitan y mueren.

La técnica conocida como solarización consiste en colocar una cubierta de plástico transparente sobre suelo húmedo. El calor queda atrapado debajo del plástico, elevando la temperatura del suelo y matando o debilitando las plagas. Generalmente, este proceso de pasteurización del suelo toma de cuatro a seis semanas, pero el tiempo depende de muchos factores, como la lluvia, el viento, la duración del día, la textura del suelo y la calidad de la cobertura de polietileno. Se recomienda plástico con protección contra los rayos ultravioleta, para que la cubierta se pueda quitar y reutilizar.

La desinfestación anaeróbica del suelo (TEA) es un proceso biológico que ocurre cuando los suelos saturados de agua se cubren con plástico y tienen una fuente de materia orgánica incorporada en ellos. Los microorganismos agotan el oxígeno y convierten el carbono en fumigante tóxico. Es importante realizar este proceso durante la época más cálida del año. El proceso de TEA es el siguiente:

  • Esparacimiento de materia orgánica (compost, residuos verdes u orujo) o incorporar un cultivo de cobertura (cuanto más profundo mejor).
  • Forme camas y coloque cinta de goteo.
  • Cubra las camas con mantillo de plástico con bordes sellados con tierra.
  • Riegue con cinta de goteo hasta que la tierra esté saturada. También se puede regar con un sistema de rociadores antes de colocar el plástico.
  • Espere de dos a seis semanas (dependiendo del clima, el tipo de suelo y si es necesario repetir el riego para alcanzar condiciones anaeróbicas).
  • Retire el plástico o taladre agujeros en el plástico, déjelo airear durante unos días y luego plante.

La biosolarización combina la solarización con la desinfestación anaeróbica del suelo (ASD). La biosolarización tarda de una a dos semanas, en comparación con las cuatro a ocho semanas de la solarización y de dos a seis semanas para la TEA con plástico negro. Si se aplican correctamente, la biosolarización y el TEA crean condiciones anaeróbicas temporales en el suelo, estimulando a los microorganismos anaeróbicos para que descompongan las fuentes de carbono disponibles, produciendo ácidos orgánicos, aldehídos, alcoholes, amoníaco, iones metálicos y compuestos orgánicos volátiles tóxicos o supresores del suelo. Para obtener más información sobre la solarización y la biosolarización, consulte la publicación de ATTRA Soil Solarization and Biosolarization.

Filas de biosolarización de ajos durante los meses de agosto y septiembre de 2021.

Filas de biosolarización de ajos durante los meses de agosto y septiembre de 2021. Fotos: Martín Guerena, NCAT

Inyectando vapor al suelo es un método para esterilizar el suelo utilizando vapor para matar patógenos, plagas y semillas de malezas, lo que puede mejorar el rendimiento y la calidad de sus cultivos de alliums. Sin embargo, es importante tener en cuenta que inyectando vapor a la tierra puede ser caro y requiere equipo especializado, por lo que puede no ser factible para todos los productores

Insectos y ácaros

Hay muchos insectos y ácaros que se alimentan de alliums y amenazan la calidad y los rendimientos. Los especialistas de Extensión Local están familiarizados con las plagas comunes en el área y pueden ayudar en su identificación, que es el primer paso en el manejo de plagas. Un programa de monitoreo de plagas puede ayudar a los productores a determinar el número de plagas y la presencia de insectos beneficiosos. Una vez que la presión de la plaga alcanza el umbral económico (donde el tratamiento de las plagas es menos costoso que las pérdidas incurridas por no tratarlas), se hace necesario tomar medidas de control.

Los hábitats de insectos beneficiosos plantados a los lados de los campos proporcionan refugio y fuentes de polen y néctar a los depredadores y parásitos de las plagas de insectos. También dan refugio a los insectos beneficiosos cuando los campos son tratados con pesticidas. Los cultivos de cobertura también funcionan como hábitat cuando florecen. Para obtener más información sobre el hábitat de los insectos beneficiosos, consulte la publicación de ATTRAUna guía pictórica de setos para insectos beneficiosos.

Algunos insectos y ácaros problemáticos para los alliums son el gusano de la cebolla, el minador de hojas, los trips y los ácaros del bulbo. Existen algunas prácticas culturales para minimizar el daño, así como algunos controles biológicos y, como última opción, el control biorracional de plaguicidas. Biorracional se refiere a los siguientes tipos de plaguicidas: microbianos, formulaciones de virus, bacterias, hongos o nematodos; plaguicidas (botánicos) de origen vegetal y varios tipos de plaguicidas, como películas de partículas, feromonas y compuestos como el Spinosad, que tienen un bajo impacto en los organismos no objetivo y se degradan en componentes no tóxicos. Algunos plaguicidas biorracionales son aceptados en la producción orgánica y otros pueden no serlo, así que confirme con su certificador que un producto en particular es aceptado antes de aplicarlo.

Gusano de cebolla

Gusano de cebolla (Delia antiqua)

Gusano de cebolla (Delia antiqua). Foto: Biblioteca de Imágenes de Plagas y Enfermedades, Bugwood.org

El gusano de la cebolla y el gusano de la semilla de maíz causan daños similares en los alliums. Las larvas se alimentan de brotes y raíces jóvenes de la plántula en desarrollo. Los gusanos del maíz se alimentan de semillas y plántulas y pueden dañar las plantas hasta la tercera o cuarta etapa de hoja. La primera generación de gusanos de la cebolla se alimenta principalmente de plántulas hasta la tercera a la quinta etapa de hoja. La segunda y tercera generación se alimentan durante la expansión del bulbo, lo que puede aumentar la pudrición del bulbo durante el almacenamiento (Turini et al., 2023).

Practicas cultural importante para reducir el daño de los gusanos incluye:

  • Retrasar la siembra. Espere hasta finales de la primavera para evitar las primeras generaciones de moscas.
  • Rotar los cultivos. No plante alliums en el mismo lugar durante dos años. Las pupas hibernan en el suelo.
  • Use cubiertas flotantes para proteger el cultivo de las moscas. Coloque la malla a seis pulgadas de ambos lados de la línea de plantación y ancle bien.
  • Eliminar y destruir los residuos de los alliums cosechados al final de la temporada.

Control biológico es la acción de enemigos naturales como los parásitos, patógenos y depredadores en el control de las plagas. A. Algunos de estos enemigos pueden sentirse atraídos por plantaciones con hábitats de floración, como se mencionó anteriormente. Algunos están disponibles comercialmente a través de distribuidores de productos agrícolas o Internet. Los gusanos de la cebolla son susceptibles a los siguientes controles biológicos:

  • Nematodos beneficiosos Steinernema carposporae y Steinernema feltiae, que son más efectivos cuando se aplican por la mañana o por la tarde y se liberan en suelos húmedos
  • Avispas bracónidas, escarabajos terrestres y aves, que parasitan o consumen gusanos de cebolla

Busque en la Base de Datos de Control Sostenible de Plagas y Malezas
de ATTRA para encontrar una formulación para controlar plagas específicas. Los controles químicos biorracionales que pueden controlar la mosca del gusano de la cebolla se enumeran por su ingrediente activo (IA), ya que varios productos comerciales contienen estos IA en sus formulaciones. La base de datos genera una lista de productos comerciales con este ingrediente y demuestra un enlace a la información del sitio web del producto (folletos informativos, etiquetas, fichas de datos de seguridad de los materiales). Los IA enumerados para el control del gusano de la cebolla son: azadiractina, piretrina, tierra de diatomeas (dióxido de silicio), grasas y aceites glicéricos de Margosa y Spinosad. Recuerden de informar a sus certificador orgánico y el producto que escogió es aceptable en la producción orgánica

Thrips

Trips de la cebolla (Thrips tabaci)

Trips de la cebolla (Thrips tabaci). Foto: Alton N. Sparks, Jr., Universidad de Georgia, Bugwood.org

Los trips son pequeños insectos que raspan y chupan los jugos de las hojas, causando daños a las cebollas y otros alliums. El trips de la cebolla mide 1,3 mm, mientras que el trips occidental de las flores mide 1,5 mm (Miyao et al., 2016). Ambos se alimentan de alliums, causando cicatrices en las hojas y, en algunos casos, actuando como vectores de virus.

Los controles culturales consisten en sembrar variedades resistentes, utilizar riego por aspersión y evitar la siembra junto a otros cultivos que son huéspedes de trips, como la alfalfa y los granos.

Los controles biológicos incluyen la chinche pirata diminuta (Orius sp.), crisopas y ácaros depredadores.

Los controles de insecticidas biorracionales incluyen los siguientes: azadiractina, azufre, espinosad, piretrina, tierra de diatomeas (dióxido de silicio), aceite de canela, aceite mineral, aceite de romero, aceite de neem, aceite de algodón, aceite de soja, aceite de petróleo, aceite de tomillo, grasas y aceites glicéricos de Margosa, Extracto de planta de Sophora flavescens, polisulfuro de calcio, sales potásicas de ácidos grasos (jabón), jabón de amoníaco de ácidos grasos, nonanoato de amonio, arcilla de caolín, alcaloides de sabadilla, Nematodos e insecticidas microbianos de Steinernema feltiae: Isaria fumosorosea Cepa Apopka 97 (Paecilomyces fumosoroseus), Beauveria bassiana, Chromobacterium, Heterorhabditis bacteriophora, Metarhizium anisopliae, Paecilomyces fumosoroseus, Burkholderia spp.

Minador de hojas

Los minadores adultos son pequeñas moscas negras y amarillas que perforan la hoja para alimentarse de la savia y poner huevos dentro del tejido de la hoja. La larva causa minas serpentinas en el follaje. El daño causado por los minadores de hojas es cosmético; Sin embargo, la contaminación por pupas y larvas es un problema de comercialización de las cebollas verdes. El daño a las cebollas secas y al ajo rara vez es una preocupación, a menos que los minadores de hojas sean tan numerosos que maten el follaje prematuramente.

Daño del minador de hojas en la cebolla.

Daño del minador de hojas en la cebolla. Foto: Howard F. Schwartz, Universidad Estatal de Colorado, Bugwood.org

Los controles culturales incluyen la labranza completa de un campo previamente plantado con cultivos susceptibles, luego esperar al menos dos semanas para que las moscas minadoras emerjan de las pupas en el suelo antes de plantar alliums. Además, controle las malezas de hoja ancha que pueden servir como huéspedes.

El control biológico es posible con las avispas parásitas, pero son susceptibles a los insecticidas y pueden ser poco fiables si se han aplicado plaguicidas.

Los controles químicos biorracionales incluyen los siguientes: azadiractina, aceite de petróleo, Spinosad, piretrina, tierra de diatomeas (dióxido de silicio), aceite mineral, grasas y aceites glicéricos de Margosa, aceite de neem, sales potásicas de ácidos grasos (jabón), aceite, aceite parafínico, extracto de planta de Sophora flavescens, arcilla de caolín e insecticidas microbianos: Isaria fumosorosea Apopka Strain 97 (Paecilomyces fumosoroseus).

Ácaros del bulbo

Dos grupos de ácaros pueden infestar los bulbos de alliums; estos son de las familias Acaridae y Eriophyidae. Ambos grupos de ácaros pueden infestar las cebollas y el ajo tanto en el campo como en el almacenamiento. Pueden sobrevivir en la vegetación en descomposición en el campo hasta que se descompone por completo. Los ácaros del bulbo pueden ralentizar el crecimiento de las plantas y reducir el establecimiento de plantaciones de allium. Estos ácaros también promueven la pudrición de los bulbos en el almacenamiento al exponer los bulbos a patógenos.

Hay varios controles culturales disponibles:

  • Reconozca que el riego por inundación o las lluvias intensas pueden reducir la cantidad de ácaros en el suelo.
  • Use solo dientes de semilla certificados y limpios cuando plante ajo.
  • Considere tratar los dientes de semillas de ajo con agua caliente (130 ° F durante 10 a 20 minutos) antes de plantar (Dawling, 2020). Tenga cuidado, esta práctica puede reducir las infestaciones de ácaros, pero también puede disminuir la germinación.
  • Remoje las semillas en un 2% de jabón (no detergente) y un 2% de aceite mineral durante 24 horas antes de plantar.
  • Seque los bulbos antes de guardarlos para reducir las infestaciones leves a moderadas.
  • Evite plantar cultivos sucesivos de cebolla o ajo y rote con cultivos que sean menos susceptibles al daño de los ácaros.
  • Evite plantar cebolla o ajo inmediatamente después de las especies de brassica, maíz, granos, pasto Sudán o cultivos de cobertura de pasto.

Los controles químicos para ácaros son preventivos y deben considerarse en campos que tienen mucha vegetación y han tenido problemas previos con ácaros. La descomposición completa de la materia orgánica en el campo antes de la siembra es clave para controlar esta plaga. Algunas opciones de pesticidas son la azadiractina, el azufre, la piretrina, la tierra de diatomeas (dióxido de silicio), los aceites y el jabón.

Enfermedades

La mayoría de las enfermedades del ajo se transmiten por el suelo o las semillas. Reducir las enfermedades mediante la práctica de las siguientes prácticas culturales:

  • Semilla certificada por plantas, libre de enfermedades.
  • Rotar los cultivos con otras especies fuera de los Alliums y rotar los campos con antecedentes de enfermedad.
  • Practique el saneamiento del campo: si hay hojas amarillentas o deformadas, retírelas.
  • Proteja las plantas de lesiones (por insectos y maquinaria).
  • Seque bien los bulbos y guárdelos en un lugar fresco y seco con poca humedad, lejos del calor, las heladas y la luz solar intensa a aproximadamente 50°F a 70°F.
  • No riegue ni fertilice en exceso.
  • No plante en terrenos con mal drenaje.
  • Lave bien el equipo antes y después de trabajar en el campo.
  • Utilice la solarización y la biosolarización, descritas anteriormente en la sección Malezas.

Las siguientes son algunas enfermedades de allium.


Las enfermedades bacterianas de los bulbos causan la pudrición del bulbo
Los síntomas incluyen decoloración del follaje de amarillo a marrón y marchitamiento de la planta, ablandamiento del bulbo, progresión de los síntomas desde el cuello hasta la base del bulbo y el cuello se vuelve blando cuando se presiona. Los controles culturales son los métodos de control más comunes. Si las plantas están dañadas por el granizo o el viento y existe el riesgo de mojar los cuellos, se recomienda la aplicación de fungicida de cobre.


La botritis
de la hoja es causada por esporas que caen sobre la hoja en presencia de humedad. Estas esporas germinan y causan manchas en las hojas. Si hay humedad durante períodos de más de 20 horas con temperaturas de 59°F a mediados de los 70°F, puede desarrollarse la enfermedad (Turini et al., 2023). Si los controles culturales no son suficientes para reducir la incidencia de enfermedades, entonces es recomendable monitorear el cultivo y, si se observan manchas en plantas de cinco hojas o más, se recomienda aplicar un fungicida con un coadyuvante aprobado en producción orgánica, porque los alliums tienen hojas cerosas. Para el control de la botritis foliar se utilizan fungicidas biorracionales con las siguientes materias activas: aceite de petróleo, aceite mineral, aceite de neem, aceite de parafina, aceite de tomillo, azadiractina, azufre, bicarbonato de potasio, octanoato de cobre, sulfato de cobre, hidróxido de cobre, ácido cítrico, sulfato de cobre pentahidratado, sal de zinc de polioxina D, carbonato de sodio peroxihidratado, sales de potasio de ácidos grasos y fungicidas microbianos que contienen lo siguiente: Streptomyces lydicus, Streptomyces griseoviridis, Bacillus amyloliquefaciens, Trichoderma harzianum, Trichoderma viridi, Ulocladium oudemansii, Bacillus subtilis, Gliocladium catenulatum o Reynoutria sachalinensis.


La botritis del cuello y la
podredumbre del bulbo infectan las cebollas, el ajo, los puerros y las chalotas. Los síntomas aparecen en el campo al final de la temporada o durante el almacenamiento. Los hongos persisten en las hojas muertas y en el suelo, donde liberan esporas cuando las condiciones son favorables [frío persistente (50°F a 75°F) y clima húmedo] (Nischwitz, 2013). Aplicar controles culturales para evitar condiciones que favorezcan a los patógenos. Los cultivos sanos, cosechados en el momento adecuado y almacenados adecuadamente, rara vez se ven afectados. Los controles químicos son los mismos que se utilizan contra la botritis foliar, pero se utilizan un mes antes de la cosecha si se observan síntomas de la enfermedad.


El moho negro
se detecta en el cuello o la piel del bulbo si está cubierto de manchas negras, que son las esporas donde una lesión o herida causó una abertura en la piel. Este es un problema poscosecha y más común en zonas cálidas. No existen fungicidas para el control directo de este patógeno, y las prácticas culturales ayudan a prevenir el desarrollo de esta enfermedad.


El moho azul
es causado por varias especies de Pennicillium. Estos hongos son comunes en los residuos vegetales y en el tejido vegetal senescente. Los patógenos suelen invadir los bulbos de cebolla y el ajo a través de heridas, hematomas o tejido del cuello no cicatrizado. El moho aparece durante la cosecha y el almacenamiento y la mejor prevención es curar bien los bulbos, evitar daños o mal manejo de los bulbos y almacenarlos en una humedad relativa baja con una temperatura máxima de 41 grados F.


La mancha púrpura
es causada por el hongo Alternaria porri que se caracteriza por formar lesiones empapadas de agua en el follaje, disminuyendo la calidad de los bulbos. Las afectaciones ocurren en hojas, tallos y bulbos, apareciendo en el follaje como lesiones blancas y hundidas con centros de color púrpura rojizo. Las hojas más viejas son las más afectadas; Sin embargo, cuando las plantas están infestadas por trips, las hojas más jóvenes pueden ser susceptibles y la gravedad de la enfermedad es mayor. Los fungicidas con bicarbonato de potasio, óxido de cobre o Bacillus subtilis pueden proporcionar cierto control.


El mildiú velloso
aparece primero en las hojas más viejas, perdiendo su color verde y amarilleando. Las hojas infectadas producen una masa de esporas grises que eventualmente se marchitan y mueren. No mata la planta por completo, pero interrumpe el desarrollo del bulbo, afectando la calidad y la capacidad de almacenamiento. En la producción orgánica se utilizan controles culturales y fungicidas microbianos como Bacillus amyloliquefaciens, Bacillus subtilis y Bacillus pumilis .


La raíz rosada
es causada por el hongo Phoma terrestris, que infecta las raíces de numerosas especies de Allium . Las plantas infectadas disminuyen su crecimiento debido a la muerte progresiva de las raíces parasitadas que desarrollan un color rojizo. Para el control de esta enfermedad se utilizan controles culturales y fungicidas con bicarbonato de potasio y Bacillus subtilis .


La roya
es causada por el hongo Puccinia allii, que infecta exclusivamente a Alliums. Los síntomas aparecen como manchas blancas o amarillentas en las hojas. Estas manchas se convierten en ampollas o pústulas que liberan esporas, infectando a otras plantas. Las hojas infectadas se vuelven amarillas y luego se marchitan, secando la planta y reduciendo los rendimientos. Los controles culturales y el uso de los fungicidas microbianos Bacillus amyloliquefaciens y Bacillus subtilis pueden reducir la incidencia de esta enfermedad.

La podredumbre blanca es causada por el hongo Stromatinia cepivora (Sclerotium cepivorum), cuyos síntomas comienzan con las hojas amarillentas y luego marchitas. En la base de la planta aparecen hongos blancos algodonosos con puntos negros. Los puntos negros que se llaman esclerocios propagan esta enfermedad y pueden permanecer en el suelo hasta por 30 años. Los controles culturales, en particular la biosolarización o solarización, son eficaces, al igual que los fungicidas de cobre y los microbianos Bacillus amyloliquefaciens y Bacillus subtilis.

Los virus causan diversas enfermedades en los alliums, como el mosaico del ajo, el virus del enanismo amarillo de la cebolla, el virus de la mancha amarilla del iris y otros. Aparecen síntomas, como un mosaico de leve a fuerte, moteado clorótico y rayas en las hojas. Las plantas infectadas están atrofiadas. Una vez que las plantas están infectadas, no se pueden curar del virus. Los controles culturales incluyen la rotación de cultivos y la eliminación de plantas y malezas sintomáticas que pueden servir como reservorio de virus. El control de vectores como pulgones, trips y ácaros puede reducir la propagación de estas enfermedades.


Los nematodos
son gusanos microscópicos que habitan en el suelo, que se alimentan con un estilete (aguja) perforando y absorbiendo el alimento de las raíces y los bulbos. Son difíciles de detectar y controlar, pero en grandes cantidades pueden destruir el sistema radicular de los cultivos de allium, causando pérdidas de rendimiento y calidad. Las prácticas culturales como la rotación, la solarización/biosolarización y los nematicidas a base de aceite de sésamo pueden reducir las poblaciones.

Resumen

Los Alliums son un género diverso de plantas que se pueden producir orgánicamente con éxito. Los productores deben comprender los requisitos de la producción y el almacenamiento de allium. Es importante planificar métodos orgánicos aprobados para controlar las malezas y otras plagas, para los cultivos orgánicos de allium.

Referencias

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Más recursos

Todos los Alliums. Orgánicos de totora.

Etapas de crecimiento de Allium. Agricultura de mercado sostenible.

Guía de cultivo de ajo y cebolla perenne. Intercambio de Semillas de Exposición Sur.

Cultiva Odd Alliums. Agricultores y jardineros orgánicos de Maine.

Producción de ajo ecológico. Extensión de la Universidad Estatal de Michigan. E3371.

Producción orgánica de ajo, cebolla y otros alliums
Por Martín Guerena, Especialista en Agricultura Sostenible de NCAT
Publicado en octubre de 2023
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Esta publicación es producida por el Centro Nacional de Tecnología Apropiada a través del programa de Agricultura Sostenible de ATTRA, con acuerdo de cooperación con la agencia de Desarrollo Rural del USDA. ATTRA. NCAT.ORG.